El último fin de semana se disputó la quinta fecha de la Región Centro del Torneo Regional Federal Amateur 2024/25, con los duelos trascendentales entre capitalinos y chacareros en el Estadio Provincial «Bicentenario» como el atractivo principal de una jornada que en definitiva quedó marcada por los cuestionables arbitrajes de las ternas santiagueñas designadas para intentar impartir justicia.
Por la Zona 9, San Lorenzo de Alem goleó a Villa Dolores por 4-0, con dos fallos polémicos de Luis Ortíz, quien estuvo secundado por Emmanuel Figueroa y Alexander Córdoba.
Ortíz sancionó dos penales que mínimamente invitan al debate. El primero, un empujón de Lucas Sosa sobre Juan Trejo y el segundo por una mano involuntaria de Mateo Jalil Perea, quien desvió la pelota sin intención luego de resbalarse. En ambos casos, el balón terminó en el fondo y significaron el 1-0 y el 2-0 para el «Azulgrana» del Barrio «Los Ejidos».
Con el triunfo final, el «Santo» se aseguró el primer puesto de la zona y la «Villa» tendrá que definir su clasificación en la última fecha ante Defensores del Norte.
Mientras que, por la Zona 10, Policial y San Martín de El Bañado, con el pasaporte a la siguiente instancia ya en sus bolsillos, ponían en juego el primer puesto del grupo, con Williams Abdala como principal, y Nelson Figueroa y Pablo Jiménez como asistentes.
El resultado final fue 0-0, lo que le permite al «Santo» chacarero conservar el liderazgo con 11 puntos y mantener distancia de un «Matador» que lo persigue de cerca con 9 unidades. En la última jornada, ambos juegan de local ante Olimpia de Icaño y Olmos y Aguilera de Belén, respectivamente.
Más allá de que la repartija de tantos no modificó en nada las posiciones del grupo, sí hubo dos sanciones que pudieron haber cambiado el transcurso del encuentro y asegurarle la primera plaza al combinado de Las Chacras.
El de mayor peso, un fuera de juego sancionado a Saúl Castro, tras asistencia de Tomás Reinoso. El «9» del «Verde» había quedado mano a mano ante su excompañero y actual arquero de «Poli», Lucas Robledo, cuando el juez de línea Rodrigo Jiménez levantó su banderín anulando la jugada a instancia de Abdala.
La otra situación de la discordia tuvo como protagonistas a Facundo Villafañe Luján, Juan Carlos Salcedo y al lineman Nelson Figueroa. En la disputa de la «caprichosa» sobre la línea de cal, «Cufa» acusó un pisotón adrede del «Ojo» Salcedo en las mismas narices Figueroa, que dijo «aquí no ha pasado nada. Siga, siga».
Lo cierto es que, una vez más, los árbitros santiagueños se posicionan en el ojo de la tormenta, respecto a clubes catamarqueños y el ascenso del fútbol argentino, por lo poco creíble que resultan cada una de sus sanciones, las cuestionables formas de conducir los encuentros, el flojo nivel demostrado en el campo de juego y la constante sospecha de que la balanza se inclina más para un lado que para el otro por la intromisión de intereses externos, que perjudican y atentan contra las ilusiones de los hinchas.
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