El monopolio en la Liga Catamarqueña y en el deporte avanza y promete arrasar con todos

Una noticia que cayó mal en colegas y en el ámbito del fútbol con la decisión de privatizar la transmisión de los partidos de los representantes capitalinos en el Regional por medio de una plataforma digital a cargo de un solo medio de la provincia, VivoDeportesCatamarca, dejando afuera a los demás arbitrariamente y amparado por la Liga Catamarqueña.

Muchos se hicieron eco de esto tras la indignación que causó la noticia y uno de ellos fue el medio San Fernando Digital que se refirió a esto con un articulo interesante.

«En el fútbol catamarqueño, donde cada logro deportivo debería celebrarse como un avance colectivo, parece haberse instalado una práctica que muchos califican como un nuevo “curro” de unos pocos. Lo que para algunos es “innovación digital”, es algo de lo que pusieron en el medio.

La decisión que tomaron impide que otros medios puedan acceder a la transmisión en vivo, si lo pueden hacer tipo radial, que es algo que se puede aceptar pero no la forma ya que direccionó el beneficio a un solo medio en vez de incluir a todos y que sea una competencia justa ya sea por licitación u otra forma. Esto no cayó nada bien en los trabajadores de prensa.

En otro mensaje de los colegas, manifestaron: «El conflicto de transmisiones en la Liga Catamarqueña genera suspicacia por posible corrupción. Al parecer, se presionó a clubes para que transmitan sus partidos a través de una plataforma liderada por el presidente del Círculo de Periodistas Deportivos y pareja presidenta de la Liga Catamarqueña. Que pensaran los demas miembros del circilo? Donde quedó la ética y la moral de nuestro querido circulo?».

Según datos aportados por allegados a los clubes, cada entrada virtual costaría $13.000, de los cuales el 60% iría a los clubes, el 30% a la producción de VivoDeportesCatamarca y el 10% a la plataforma GM Live TV. Traducido a números concretos, si un partido tiene entre 100 y 500 espectadores, las cifras se multiplican rápidamente. Con cuatro o cinco partidos al mes, los montos dejan de ser menores y el negocio se vuelve tan evidente como rentable.

“Y está modalidad se habría ofrecido a los equipos de la Liga Chacarera de Fútbol, Defensores de Esquiú y Villa Dolores que jugarán el certamen”, añadió otro colega indignado.

Esto no queda ahí ya que podría extenderse a otras disciplinas como el boxeo y el voley que ya vienen capitalizando.

“Y pasa que les mandamos en cana el currito que tenían con Tiketweb —expresó una fuente indignada—. La página se llevó 17 millones de pesos por la venta de entradas de la Liga Catamarqueña de Fútbol, mientras que los clubes, verdaderos protagonistas y necesitados de esos recursos, apenas recibieron unos 160 mil pesos cada uno. Un reparto tan desigual como sospechoso, que vuelve a poner bajo la lupa los manejos económicos dentro del fútbol local y la falta de transparencia.”, le expresaron a San Fernando.

Otro de los que se manifestó es el colega Mario Galetti: «Los clubes van a recibir plata y es buenísimo. Me parece bien pero queda mal que la Liga se lo dé la transmisión a una persona siendo el marido. Ni proceso trucho de licitación hubo como para camuflarla, se lo dieron arbitrariamente».

Y fue tajante: «Hay muchas veces que haces cosas que son incorrectas desde lo ético que no están prohibidas y éste es el caso. Lo que se está haciendo no está prohibido pero es incorrecto. Deberían haberlo hecho de otra forma y lo está juzgando la sociedad».

Se refirió al rol del Círculo de Periodistas: «Al presidente del Círculo de Periodistas Deportivos le importó nada el resto, le importó su negocio, no le calienta los otros. Me parece que eso se paga con conciencia y lamentablemente vivimos en un mundo donde lo ético no está por encima de las necesidades personales».

Para dar un cierre a todo esto, la Liga Catamarqueña dejó afuera a medios que vienen trabajando, transmitiendo, cubriendo los partidos del ámbito doméstico sin buscar ningún beneficio económico o salvarnos. Que de eso no se olviden, de quién es el que viene estando y bancando los trapos.