La carrera del futbolista puede durar muchos años, pero también puede durar poco, algunos juegan hasta los 40, otros hasta antes de los 30. Lo que es seguro, que sea el tiempo que sea, lo disfrutan y se sacrifican por este hermoso deporte.
Esta es la historia de René González, un sacrificado en el fútbol. Su inicio fue a los 16 años; muy joven para tener su debut futbolístico, como pasaba en esa época de los 60. Su retiro fue prematuro, a los 25 años.
Su primer y casi único amor fue Defensores del Norte, donde jugó hasta cerca de su retiro antes de pasar a Tesorieri y jugar ahí una temporada.
No era fácil, es que tenía que trabajar y entrenar, hacía lo que podía, pero siempre tenía la predisposición de entrenar, más aún teniendo ese sentido de pertenencia porque jugaban por la camiseta, no había redito económico.
Su vida era trabajar duro y entrenar, así todos los días, era un laburador del fútbol. Ya de grande quiso seguir disfrutando de la pelota jugando en los veteranos, pero por problemas familiares tuvo que dejar.
Su posición en la cancha era de central o lateral por izquierda. Hoy ya tiene 75 años y en sus recuerdos está sus proezas de esos años amando al fútbol y es lindo recordar a ellos que dejaron su huella en el fútbol catamarqueño.
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