Un día fatídico pudo haber sido el lunes pasado, cuando un pequeño bebé de un año y medio se estaba ahogando en la zona norte de la Ciudad. Por suerte, se encontró con dos Ángeles de la guarda, uno de ellos el árbitro Maximiliano Silcan Jerez.
Además de ser árbitro, Silcan Jerez es Policía de profesión y se encontraba manejando la unidad móvil el lunes junto al subcomisario Hugo Márquez. En eso, se acerca un hombre para pedir ayuda y alertar que su hijo se estaba ahogando.
Los oficiales acudieron al lugar y vieron al bebé de nombre Agustín que se estaba ahogando ante la desesperación y el estado de shock de la madre. Pidieron la ambulancia pero de forma atinada el subcomisario Márquez inició el trabajo de reanimación RCP.
En diálogo con Radio Manías, el subcomisario destacó el trabajo de Silcan Jerez, que manejaba la unidad: «De forma muy atinada y destacó su labor, Maxi alertó a más unidades que estaban cerca para que nos ayuden en la labor de llevar al niño al hospital».
«Lo levantamos casi sin respirar al bebé y fue toda una situación durante el trayecto, con la mamá en estado de shock, tratando de reanimarlo. Cuando llegábamos a la plaza de Choya yo me sentí un poco más tranquilo porque Agustín lloró, reaccionó», destacó Márquez.
Un verdadero ejemplo estos oficiales con Silcan Jerez ayudando a llegar al hospital. Un ejemplo como destacó el subcomisario de la importancia de la enseñanza de RCP en la fuerza, que en este caso, le permitió a los oficiales salvar una vida y accionar en el momento.
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