Fiambalá volvió a ser epicentro de uno de los eventos más exigentes y emblemáticos del deporte extremo en Argentina: el Fiambalá Desert Trail, competencia que lleva al límite la resistencia física y mental de los atletas más osados del país y el continente. Más de 1600 corredores se dieron cita en esta nueva edición, que durante tres intensos días de competencia atravesó escenarios desérticos, terrenos agrestes, lechos de ríos, caminos montañosos, sectores con niebla, frío cortante y vientos incesantes. Todo, en el corazón mismo de la “Capital de la Cordillera y del Turismo Aventura”.
Con la llegada en la fresca mañana del sábado, la competencia dejó postales imborrables y emociones a flor de piel. En cada paso, el evento reafirmó su estatus como la máxima prueba de deportes extremos del país, atrayendo no solo a corredores experimentados, sino también a turistas, equipos técnicos, medios de comunicación y aficionados al trail running de todo el mundo.
Atletas fiambalenses fueron profetas en su tierra
En este verdadero desafío natural, los deportistas de Fiambalá demostraron que también están a la altura de las exigencias. Con orgullo se destaca a Fernando Quiroga, campeón en la categoría 135K, una de las más duras de la competencia, cuya hazaña conmovió a los presentes.
También brilló Rafael Carrizo, oriundo de Punta del Agua, quien se impuso en la categoría 15K, y emocionó el debut del pequeño Samir Quiroga, hijo de Fernando, con apenas 9 años, quien participó por primera vez y se ganó la ovación de todos. Sus nombres ya forman parte de la historia del Fiambalá Desert Trail, representando no solo el esfuerzo individual, sino también el espíritu de superación que caracteriza al pueblo fiambalense.
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