Dentro de las problemáticas que muchas veces encontramos en el deporte están las cuestiones referidas a las adicciones y la marginalidad.
Muchas veces direccionamos nuestra mirada a limitar al jugador o a los protagonistas solo dentro del campo de juego, olvidándonos que son seres humanos, con vidas y problemas personales.
Dentro de este marco, Fabricio Cano decidió abrirnos las puertas de su casa y su corazón para compartirnos su malestar personal y la lucha que realiza en el día para salir adelante: «Siempre he tratado de dar lo mejor, sea dentro o fuera de la cancha. Uno es humano y comete errores pero siempre intento ser persona antes que jugador».
El «Gore», como es conocido en el fútbol, reconoció que «antes me daba vergüenza pero decido poner la cara. Me estuve tratando con psicólogos, me ofrecieron refugiarme en la iglesia, pero creo que depende de uno, de ponerle el pecho y tratar de salir adelante. Trato de superarme a mi mismo y volver a ser quien era y me gusta ser en el fútbol. Creo que lo único que me puede salvar es el fútbol».
El volante ofensivo, también agregó: «Quiero decir que acá estoy. A pesar de todo lo malo que hice, quiero revertir la historia, estoy listo para dar lo mejor de mí. Quiero que me den la oportunidad, ya me canse de que al momento de que un club muestre interés en mí, se hablen de las cosas que hice, mi vida es jugar al fútbol y quiero que me den la oportunidad».
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