Luis Agüero y su comisión seguramente estarán al frente de Obreros de San Isidro allá por las 19 o 20 horas. Y, por consiguiente, después de una década más o menos, Aldo Romero dejará la presidencia. La va a soltar parece una mejor expresión, más gráfica. Fue presidente, técnico de la primera e inferiores, y realizó numerosas asambleas en las que había más gente en la vereda que dentro del club. Las últimas fueron con fuertes operativos de seguridad. Los «morosos», como los catalogó a quienes por una u otra razón no estaban al día, debían cuotas impagables y al mismo tiempo antojadizas.
El que va a ser el nuevo presidente evitó criticar a Romero y simplemente dijo que quedó solo. No analizó qué es lo que hizo mal Romero para verse solitario en un club tan importante de la Liga Chacarera.
Despertó la desesperación en muchos, pintadas, cánticos en contra, impotencia. Desesperanza también. Pero el día llegó.
¿Va a ser recordado como un dirigente con apertura a la gente y los socios? Para nada.
Basta ver imágenes como estas, con policías en las puertas, vecinos y simpatizantes sin poder entrar. Mujeres que por años colaboraron y no fueron escuchadas y no pudieron elegir cuando dijeron, ya hace mucho, que Romero no iba más.
Aunque la nueva dirigencia quiera mirar para adelante son pocos los que se van a olvidar este pasado y dependerá de cada uno la evaluación correspondiente.
No será casualidad que se va a ir esta comisión y la gente va a volver a darle vida al club.
Más Noticias
Club Fiel y Valle Chico, finalistas del Torneo Clausura 2024 de fútbol femenino de la Liga Catamarqueña
San Martín de El Bañado se quedó con el clásico en la Sub-17
Continúa el fútbol de inferiores en la Liga Chacarera