Botineros

Revista Botineros

Volver a creer: Agustín Canil y un gol que vale más que ganar un partido o sumar tres puntos

El reloj marcaba cinco minutos del segundo tiempo cuando Agustín Canil, con la casaca número 17 en su esplada, entró al campo de juego. A los 23, la red se sacudió con su remate de cabeza. El 1-0 definitivo desató el festejo en Social Rojas, que volvía a ganar después de cinco fechas, pero para el “Tanque”, ese gol valió mucho más que tres puntos. Fue el cierre de un círculo difícil, cargado de dudas, frustraciones y sacrificio.

Canil había sido operado el 18 de enero de 2024 por el doctor José “Toro” Amallo de una ofstotomia femoral, tras meses de dolor y diagnósticos errados en Catamarca. La lesión, sufrida a fines de 2023, lo había dejado sin poder correr. La solución llegó en Córdoba, de la mano de otro catamarqueño: el “Toro”, que lo intervino con éxito tras superar varios obstáculos burocráticos relacionados con su obra social.

La recuperación fue larga. Bajo la guía del licenciado Luis Pinto, Agustín trabajó hasta fines de agosto, y luego comenzó a entrenar de a poco con Defensores de Esquiú. Pero la vuelta oficial al fútbol se hacía esperar. Entrenaba, se exigía, pero los minutos en cancha no llegaban. En ese proceso, se sumaron las ausencias en las convocatorias, el bajón anímico y las dudas: ¿iba a poder volver?

Este año, decidió apostar fuerte: hizo la pretemporada completa con el «Xeneize», esperó su oportunidad y no bajó los brazos. Y el fútbol, como tantas veces, le devolvió lo que le debía.

«Fue muy duro todo; hubo momentos en los que pensé que no volvería a jugar nunca más», reconocen desde su entorno, del cual forma parte su papá, el también futbolista «Luchino» Romano. Pero volvió. Y lo hizo con un gol, el de la victoria, el que gritó con el alma. Porque a veces, un tanto vale más que un resultado: vale como señal de que se puede volver a empezar.

Redacción: Javier Carrizo Carrizo.

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com