Después del empate entre Tesorieri y Vélez hubo que llamar a la ambulancia del SAME para que sean atendidos Allende y Carrizo, dos futbolistas del “Alemán” que chocaron sus cabezas promediando la media hora del segundo tiempo. Allende salió vendado y con un corte, y Carrizo pudo seguir jugando pese al persistente dolor de cabeza. El malestar fue mayor en el vestuario cuando terminó el partido.
Ahí, los dirigentes de Tesorieri llamaron a la ambulancia, que demoró unos pocos minutos. Pero la polémica nuevamente queda en el aire: ¿por qué la ambulancia no estaba en la Liga Catamarqueña? ¿Y si pasaba algo más grave? ¿Si la Liga no puede costear el servicio, por qué se juegan los partidos? ¿Los clubes están de acuerdo con esto?
Preguntas de siempre que se repiten cuando suceden estas cosas. La realidad es que se esfuman a la semana siguiente o cuando el presupuesto imposibilita adelantar en vez de retroceder.
La semana pasada sucedió algo similar con el jugador de Policial Emmanuel Ceballos, que fue llevado en auto particular y terminó internado para ser estudiado, también ante una descompensación producto de un golpe del juego.
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